Los muros de escollera están formados por grandes bloques de piedras, de pesos superiores a los 250kg; normalmente calizas por ser más sencillo obtener de las mismas formas prismáticas.
Se sostienen de manera natural, tanto en vertical como con una ligera inclinación hacia el terreno. Tampoco precisan de drenaje, que se produce de modo natural entre los bloques. Sí es importante que exista algún tipo de protección que impida que esos canales de drenaje natural puedan quedar tupidos por tierra y limos: un filtro geotextil.
La colocación de cada uno de los bloques se debe llevar a cabo de manera individual, teniendo en cuenta la forma y tamaño de los inmediatamente aledaños, de modo que el conjunto presente el menor volumen de huecos posible, consiguiendo valores altos del peso específico aparente de la escollera colocada y una buena estabilidad del muro.
Existe normativa al respecto, en especial las recomendaciones incluidas en las normas UNE 13383, partes 1 y 2.
La experiencia acumulada en Excavaciones Leivas en la ejecución de este tipo de sistemas de contención puede verse en el siguiente enlace.